Una altra escola

BY joan No comments

¡Que hablen bien o mal de mi, pero que hablen…!
 
Esta frase que ha sido puesta en boca de muchos famosos, de mucha gente, que su máximo objetivo en la vida es estar en boca de todos para conseguir una preciada fama, me sirve de introducción para reflexionar brevemente de lo ocurrido el domingo por la noche.
La televisión pública de Catalunya TV3, emitió en hora de máxima audiencia, el programa 30 minuts, programa de reportajes de actualidad que durante 30 minutos intenta transmitir una panorámica general del tema tratado. Bajo el título: “Una altra escola” (otra escuela) nos mostraron diferentes escuelas públicas y concertadas que han comenzado a cambiar su proyecto educativo tradicional por otro con metodologías innovadoras y diversas. Durante la emisión pudimos ver desde escuelas de infantil hasta bachillerato donde se ha apostado por intentar enterrar la tradición de clase magistral y libro, por una metodología basada en la experimentación, los proyectos y que tenga como punto de partida los intereses del alumno/a.
 
 
El objetivo de estas líneas de reflexión no es valorar el contenido en sí del reportaje, hoy no pretendo ensalzar las bondades de esta manera de enfocar la educación, ni tampoco criticar la anterior. Me gustaría hacer mención de dos aspectos que como "accidentes colaterales" puede provocar el programa.
En primer lugar constatar que las redes sociales son imprescindibles en la actualidad para poder saber, para poder captar lo que corrientes de opinión piensan. Me parece imprescindible que si hoy en día , alguien quiere valorar un programa, un debate, una noticia... de manera objetiva acuda a Twitter. Una vez allí pero, ha de saber separar la paja del grano, el peligro de Twitter es que todo el mundo se ve con capacidad para criticar positivamente o negativamente.
Ya no concibo la idea de estar viendo un programa interesante, de estar en una sala escuchando a un ponente sin estar comentando bajo un hastag determinado lo que está ocurriendo. Creo que es sumar más opinión, creo que es aportar más campo de visión a la opinión de uno mismo, que te hacen ver aspectos que tú no has visto o puntos de vista diferente que te pueden enriquecer.
Pues bien, no cabe decir, que el “hastag” del programa de 30 minuts, fue “trending topic”, y que las críticas, alabanzas eran twiteadas a máxima velocidad. Leer como docentes en sus escuelas también habían apostado por un nuevo paradigma, que docentes cuestionaban estas nuevas bondades argumentando peligros coherentes que podían tener, docentes que se apenaban que en sus claustros no hubiera gente motivada para cambiar. Docentes al borde de la jubilación que escribían que esta renovación pedagógica tenía sus bases en antiguas pedagogías de la república. Padres de familia que aportaban lo positivo que había sido para sus hijos pero los interrogantes que les suscitaban para un futuro.
Y todo esto suma, todo esto aporta, todo esto hace que la educación crezca y que la educación esté en boca de más gente, y tal como reza la frase del comienzo del escrito que se hable de educación me parece imprescindible.
 
Y otro efecto colateral y quizás el más interesante es el mundo real. Que está muy bien que las redes vayan llenas de opiniones, pero realmente lo básico es la escuela, la de cada día.
 Si el programa ha hecho que ciertas escuelas que parecían dormidas en el tiempo, instaladas en el día de la marmota hayan cuestionado el programa, lo hayan valorado, hayan opinado, que en la sala de profesores, en los pasillos, en la hora de vigilancia del patio, el tema de opinión no haya sido el fútbol, el tiempo, los malos que son los niños, lo que faltan para las vacaciones sino que por un día el tema haya sido que si otra escuela es posible, programas como los emitidos el pasado domingo pueden ser pequeñas chispas en algunas escuelas que hagan crear hogueras de cambio en los próximos años.
 
Enlace al programa:

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